Posibles fallas
si el motor se sobre-calienta y supera su rango de operación normal, las
temperaturas elevadas pueden causar un estrés severo en los cilindros, lo cual
puede resultar en un fallo de la . Esto es especialmente cierto con las cabezas
de cilindros de aluminio porque el aluminio se expande alrededor de dos a tres
veces más que el hierro fundido cuando se calienta. La diferencia en las tasas
de expansión térmica entre una cabeza de aluminio y un bloque de hierro fundido
combinado causa un estrés adicional a partir del sobrecalentamiento, lo que
puede deformas los cilindros.
Esto se representa como una de
las fallas más comunes en los sistemas
de enfriamiento de un coche que, a su vez, puede conducir a una
pérdida de fuerza en el cierre de las áreas críticas donde radica el calor,
permitiendo que la junta de la culata provoque
fugas en la cabeza del cilindro.
Verificar otras posibles
causas del problema.
El problema también puede ser
causado por una bomba de agua. Si se detectan residuos de humedad en partes
bajas del motor es muy probable que presente fuga en la bomba de agua. Mira por
debajo y trata de detectar si existen señales de humedad (con el motor apagado).
También puede ser que el radiador
esté obstruido. Esto puede suceder en los vehículos en los que los sistemas de
enfriamientos no se limpien rutinariamente, o que no se reemplace el líquido
refrigerante. Esto último se debe hacer, al menos, una vez al año.
Se puede producir un problema de
sobrecalentamiento, en vehículos con ventiladores eléctricos para enfriar, si
estos no están funcionando.
Con el vehículo en parking, y en la temperatura de
trabajo, comprueba si se enciende el ventilador y saca al exterior aire frío
sobre el radiador. Si no es así, necesita ser reemplazado. Antes de hacerlo,
llévalo a un mecánico de confianza y déjalo que verifique si no hay un fusible
quemado o alguna mala conexión.
Verifica si existen fugas. Esta
debe ser la primera acción que tomes para determinar si tienes algún problema
en el sistema de enfriamiento.
Se debe revisar que el vehículo
tenga suficiente líquido refrigerante, que este a la temperatura de trabajo, y
que funcione bajo la presión correcta.
Localizar las diferentes
mangueras de agua, con el cofre del vehículo levantado. Existe una manguera
superior del motor y otra inferior, y dos mangueras de la calefacción.
Comprobar que no haya fugas
alrededor de las abrazaderas o retenes de las mangueras, o que exista alguna
ranura en las mismas.
Observar si alrededor del
radiador hay alguna fuga.
Posibles soluciones
2- Revisa el termostato mientras el motor del vehículo este frío. Retira
la tapa del radiador y arranca el motor. Mira por el orificio del radiador. El
termostato se ha quedado abierto y necesita ser reemplazado, si ves que el
líquido refrigerante está fluyendo
Revisar frecuentemente
Podemos notar que el sistema de
refrigeración del vehículo es un factor importante que debe ser monitoria
continuamente para detectar posibles fallos de manera oportuna, ya que la
avería del motor a consecuencia de haber omitido cualquier alarma del sistema
de refrigeración se traducirá en reparaciones costosas que se pueden evitar de
manera fácil antes que se llegue a condiciones de uso extremas que perjudiquen
el buen funcionamiento del vehículo
.
Estas medidas de prevención son
muy simples y fáciles de realizar, sin embargo es indispensable realizar un
chequeo periódicamente durante el mantenimiento regular del vehículo para que
un especialista verifique el correcto funcionamiento de los componentes del
sistema de refrigeración.
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